“Semillar” el monte es muy fácil
Os lanzamos algunos consejos y técnicas sencillas y caseras, pero
muy efectivas, para “semillar” los montes sin que nos cueste un gran esfuerzo.
Lo primero de todo es recoger
las semillas. Éste
es un trabajo algo pesado y entretenido, por lo que aconsejamos que se haga en
compañía. La mejor época es en otoño (octubre-noviembre). Ésta se puede hacer
mientras damos una vuelta por el campo con amigos o familiares, durante un
paseo matinal, en una excursión, u organizando las recogidas con antelación.
Las semillas se pueden poner en el acto, según se recogen, o conservarlas unos
días o semanas en casa.
Es importante que las semillas
recogidas se siembren en la misma zona o adyacentes. (Ver mapa)
(Ante cualquier
duda nos dudéis en escribirnos. Os facilitaremos toda la información que
deseéis simon@arba-s.org )
¿Cómo sabemos que las semillas
están para recoger?. Primero hay que dejarse llevar por la intuición, y segundo porque en
esos meses éstas lo están pidiendo, es decir que todos hemos visto bellotas,
semillas de fresnos etc. Es preferible recolectarlas del árbol, las caídas en
el suelo pueden que tenga gorgojo o no estén viables.
Ya sabéis las bellotas, pardas y
no verdes. Las de fresno gorditas y colgantes.
La técnica de plantación es
sencilla. Con
un plantador, palo con punta en el extremo, bastón de montañero con hierro en
la punta, etc., se hace un pequeño agujero clavándolo en el suelo, entre
matojos, cerca de una piedra, o cualquier otro lugar protegido, para que a su
vez proteja a la pequeña plántula que salga y se mete una o dos bellotas.
También se puede usar el dedo pulgar, con presionar a la bellota en el culo y
meterla un poco en la tierra es más que suficiente para que esta germine.
Como veis semillar no es
difícil, pero sí laborioso
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