Desde ARBA queremos mostrar nuestra más enérgica condena por el asesinato de Fabiola Osorio, activista medio ambiental asesinada en el Estado de Guerrero (México) por oponerse a la construcción de un puerto turístico en un manglar.
El impulsor de este proyecto es el propio gobierno de Guerrero, que gracias a la lucha llevada a cabo por esta compañera y su movimiento, Los Guerreros Verdes, se encuentra paralizado por la Procuraduría Federal de Protección Ambiental.
Al asesinato de Fabiola se suman a otras dos agresiones recientes contra activistas medio ambientales, la de Javier Torres, asesinado el 19 de abril por defender los bosques de la Sierra de Petatlán y la de Asencio Villa, por hacer un tanto de lo mismo con los bosques de Coyuca. Dos ambientalistas más se encuentran desaparecidos, Eva Alarcón y Marcial Bautista, al parecer secuestrados por hombres armados que los interceptaron cuando viajaban de Guerrero a la Ciudad de México.
Aquí en España no se llega a tanto, pero no son pocas las agresiones que han sufrido activistas del movimiento ecologista por oponerse a los chanchullos de los ladrilleros; la más reciente, la arenga verbal que el impresentable alcalde de Tarifa lanzaba en un acto a los suyos: “A los mierdas de los ecologistas…”, en su afán por construir en una playa virgen situada entre dos Parques Naturales.
Esto ni se puede ni se debe consentir, porque con declaraciones como esta, está dando rienda suelta a que cualquier agresión sea hasta justificada.
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