sábado, 3 de mayo de 2014

Cañamero (SAT): “Sindicatos y partidos ya no lideran problemas sociales y la gente busca referentes”

Cañamero (SAT): “Sindicatos y partidos ya no lideran problemas sociales y la gente busca referentes”


No podrán parar la lluvia ni el viento, ni la luz del sol, ni el ansia de justicia de los pueblos.
"La gente está falta de una dirección que tiene que venir desde la unidad y de la justicia, esas son las dos claves. El 22M no fue el típico paseo fúnebre al que nos tienen acostumbrados los principales sindicatos, se trató de una movilización social que nació de abajo a arriba. Los sindicatos y partidos políticos han dejado de liderar los problemas de la sociedad y entonces la gente busca otros referentes."
por La Marea
Viernes, 02 de Mayo de 2014 09:46
Diego Cañamero (Campillos, Málaga, 1957) es portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) desde 2007. Sus acciones, el sello de identidad del SAT, acumulan multas de casi un millón de euros: “Nos están asfixiando”...

Esta entrevista forma parte del dossier especial del número 16 de la revista de La Marea, sobre la crisis del sindicalismo en España.
¿Qué diferencia a su sindicato del resto?
Yo creo que la diferencia es que es un sindicato a pie de tajo, no burocrático. Somos un sindicato que estamos más por la acción que por el pacto y sobre todo que no somos catalogados como sindicato tradicional, sino que se involucra en toda la problemática social.
¿Por qué ha aumentado el desapego hacia los grandes sindicatos?
Porque en los momentos clave que hay que dar respuesta a los problemas de la sociedad y de los trabajadores, han dejado de jugar el papel que deberían jugar a favor de la lucha obrera.
Tras el 22-M, ¿cree que los movimientos sociales tienen más poder de convocatoria que los sindicatos?
La gente está falta de una dirección que tiene que venir desde la unidad y de la justicia, esas son las dos claves. El 22M no fue el típico paseo fúnebre al que nos tienen acostumbrados los principales sindicatos, se trató de una movilización social que nació de abajo a arriba. Los sindicatos y partidos políticos han dejado de liderar los problemas de la sociedad y entonces la gente busca otros referentes.
¿Los sindicatos deberían de defender también a los 2,3 millones de autónomos o sólo a los trabajadores asalariados?
A todos. Sin distinción ninguna.
Desde la década de 1980, la transformación del mercado laboral va mucho más rápido que la de los sindicatos. ¿Qué lastra su renovación?
La transformación del mercado laboral la impone la burguesía y los sindicatos se han quedado estancados en el pasado. Se trata de unas organizaciones muy corporativistas, que están financiadas por el Estado y por el Gobierno. Esto hace que tengan unas limitaciones claras que se han visto ahora en los momentos claves.
¿Un sindicalista tiene que sentarse en la mesa de negociación con el Gobierno y la patronal?
Un sindicalista se tiene que sentar a negociar hasta con el diablo, siempre y cuando no renuncie a los derechos laborales de la clase obrera.
¿Ve necesario convocar una huelga general ahora? ¿Es posible lograr el apoyo suficiente?
Es necesario cambiar el gobierno y el sistema, y para eso tenemos que dar todos los pasos necesarios. Es posible una gran movilización social. El 21 de junio hay una prevista de forma democrática para cambiar los gobiernos que defienden la troika.
¿Por qué hay tan pocas mujeres en las bases y al frente de los sindicatos?
Hay una actitud bastante machista en la sociedad y eso se ve reflejado en las organizaciones. En el SAT sí participan mucho las mujeres y también en la dirección del sindicato.
¿Cuántas multas han recibido en los últimos años? ¿Cómo las afrontan?
En estos momentos hay 800 personas procesadas y nos piden entre 800.000 y un millón de euros, además de 250 años de cárcel en total. Nos están asfixiando. En los últimos tiempos, hemos pagado entre todos los militantes multas por valor de 25.000 euros. Vamos a hacer una campaña de solidaridad para soportar esa carga que nos aplican para acabar con nuestro movimiento con nuestra lucha.

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