La conservación de la dehesa de Lozoyuela, posiblemente, aporte más beneficios al municipio que su destrucción. Las dehesas son ecosistemas con un gran valor natural, social, histórico y cultural. Además, en el caso de Lozoyuela, confluye la originalidad de su propiedad. Pocos montes en la Comunidad de Madrid mantienen un sistema de propiedad colectiva como en este caso. Esta circunstancia debe verse como una oportunidad y no como un lastre.
En un momento en el que la actividad urbanística, no sólo ha decaído, si no que se ha convertido en una rémora para las economías municipales, hay que buscar formas de desarrollo sostenibles. La conservación del entorno natural y con ello la identidad local debería ser una de ellas. El atractivo de Lozoyuela pasa por conservar su dehesa (además de recuperar su casco urbano), lo que podría ser un símbolo de calidad.
El Ayuntamiento quiere construir un polideportivo en la dehesa destruyendo 1,5 hectáreas, pero en Lozoyuela ya hay un polideportivo. Las instalaciones deportivas existentes se encuentran en un imperdonable estado de abandono. ¿Por qué no se mejoran y se amplía el campo de fútbol?
En tiempos de crisis ¿por qué despilfarrar dinero y tiempo en construir un nuevo polideportivo, cuando con menor inversión y en menor tiempo se puede disponer del actual?
¿Por qué el Ayuntamiento de Lozoyuela no ha dicho la verdad en relación a la titularidad de la dehesa y no ha tenido en cuenta las alegaciones de asociaciones y vecinos que alertaron de ese hecho?¿Por qué seguir con la política especuladora que tanto daño ha hecho a Lozoyuela y al resto del Estado?
Mejoremos y ampliemos el polideportivo actual y salvemos la dehesa de Lozoyuela y con ella la historia y la identidad cultural del municipio.
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